XXI Edición

Curso 2024 - 2025

Alejandro Quintana

En el buen camino 

Leire Gómez Montero, 16 años

Colegio Ayalde (Vizcaya)

Nuevos medicamentos para combatir bacterias resistentes a los antibióticos, innovaciones en prótesis biónicas, métodos revolucionarios para administrar con mayor eficiencia tratamientos contra ciertos tipos de cáncer... Podría llenar una página entera enumerando la multitud de avances científicos y tecnológicos presentados por jóvenes de entre dieciséis y veintiún años en un foro internacional de ciencia al que asistí este verano.

Sentada en los cómodos sillones negros de la Royal Geographical Society, una prestigiosa institución británica dedicada al desarrollo de la geografía, escuchaba maravillada las presentaciones de estos jóvenes, algunos de mi edad y otros apenas mayores que yo. Sin importar su lugar de procedencia, todos habían trabajado arduamente para alcanzar conclusiones que muchos adultos expertos en cada una de las materias abordadas aún no han logrado. Reconozco que me invadió una mezcla de admiración y tranquilidad al darme cuenta de que, a pesar del pesimismo que se escucha acerca de mi generación, podemos llegar muy lejos.

Durante esos días también reflexioné sobre esas frases descorazonadoras que escuchamos tantas veces: que los adolescentes no nos tomamos nada en serio, que no nos despegamos de las pantallas o que no tenemos la misma disciplina de trabajo que nuestros mayores. Aunque intentemos evitarlo, esos juicios se nos cuelan en la mente y nos hacen dudar de nuestras capacidades. Sin embargo, al mirar a mi alrededor y encontrarme con más de cuatrocientos jóvenes de ochenta y dos países diferentes, cada cual aportando el resultado de sus estudios, concluí en lo injustos que son los estereotipos.

No es que los adolescentes no nos tomemos las cosas en serio, es que las abordamos de forma diferente. Claro que vivimos rodeados de dispositivos digitales, pero estamos muy lejos de que estos nos desconecten de la realidad. Es más, nos brindan una inmensa variedad de oportunidades que de otra manera ni siquiera descubriríamos.

Me siento llena de orgullo y determinación: orgullo por pertenecer a esta generación, y determinación a contribuir al bien de la sociedad a través de nuestras ideas. Los jóvenes tenemos una perspectiva original, la que he vivido en foro de ciencias. Estoy convencida de que estamos en el camino correcto.