XXI Edición

Curso 2024 - 2025

Alejandro Quintana

Año Nuevo Lunar 

Jinhan Zhu, 16 años

Colegio Altozano (Alicante)

Aunque vivo en Alicante, junto a mi familia me esfuerzo por preservar las tradiciones y costumbres de mi país, China. Estoy convencida de que son una parte esencial de mi identidad cultural y un legado valioso que debemos compartir con el mundo.

Una de las fiestas más importantes en nuestra cultura es el Año Nuevo Lunar, que solemos celebrar entre finales de enero y principios de febrero según el calendario gregoriano, ya que el nuestro se basa en el calendario lunar. Recuerdo que cuando yo era pequeña y vivíamos en Zhejiang, esperaba con emoción la llegada de esos días. Me encantaba sentarme a la entrada de mi casa y observar a los vecinos, que pasaban cargados de regalos, comida y fuegos artificiales. 

Las familias se reunían para ver «CCTV New Year 's Gala», un espectáculo que retransmite la televisión china la víspera del Año Nuevo Lunar, y que es uno de los programas con más seguidores en todo el país. Esperaba con ansia que llegara el momento en que todos se reunieran en nuestra casa para cenar. Los mayores se encargaban de cocinar una barbacoa mientras hablaban de sus cosas, asuntos que nunca llegábamos a entender. Mientras, los pequeños correteábamos de casa en casa, hasta que empezara el gran espectáculo de fuegos artificiales, que llenaba de colores el cielo oscuro.

Ante las primeras palmeras luminosas, los primeros petardos, los primeros cohetes… familiares y amigos nos uníamos para observar tan bonito espectáculo. Después de las felicitaciones, los adultos comentaban con asombro lo rápido que pasa la vida. Los jóvenes, a su vez, brindaban por el futuro, y había quien se encargaba de sacar fotografías para registrar el comienzo del nuevo año. Por otro lado, los más pequeños disfrutábamos con bombetas, petardos y bengalas. Nuestras carcajadas se mezclaban con las explosiones de la pólvora y la música. La fiesta concluía cuando se formaban grupos de niños que íbamos de casa en casa para pedir el aguinaldo de Año Nuevo, al tiempo que deseábamos felicidad y prosperidad a los mayores.

Ahora que vivo en España, todo eso pertenece al pasado. Además, las cosas en mi país han cambiado: en muchas ciudades las autoridades han prohibido los fuegos artificiales y las familias ya no se reúnen como antes. También el «CCTV New Year 's Gala» ha perdido la magia y la calidad que solía ofrecer. Por si fuera poco, muchos jóvenes renuncian a las reuniones familiares, pues prefieren sumergirse en los videojuegos o navegar por TikTok.

Las cosas no pueden continuar así. El Año Nuevo Chino es más que una fecha, es la oportunidad para reunirnos con nuestros seres queridos, para celebrar nuestras raíces y para transmitir esas tradiciones a las nuevas generaciones. Es la noche ideal para que los jóvenes dejen a un lado los dispositivos electrónicos y para que los mayores desconecten del estrés laboral. Debemos alimentar esos momentos de felicidad y paz familiar. Es una fiesta para jugar a las cartas o al mahjong, para conversar y tomarse fotos, para que los niños mayores enseñen juegos novedosos a los pequeños, para organizar espectáculos caseros.

Deseo recuperar la sensación especial que trae el Año Nuevo Lunar, en la calle y en el hogar. Debemos volver a fabricar a mano y a colgar de las puertas las coplas antitéticas, decorar la casa con elementos rojos y dorados, seguir las costumbres, como vestir ropa interior y calcetines encarnados cuando el año nuevo coincide con el año de nuestro animal del zodiaco chino.