XXII Edición

Curso 2025 - 2026

Alejandro Quintana

La geografía de
las palabras 

Nahia Zapatero, 17 años

Colegio Ayalde (Vizcaya)

Me encanta leer; es una de mis pasiones más enriquecedoras, que me ayuda no solo en lo académico sino también en lo creativo. 

No recuerdo cuándo comenzó mi gusto por la lectura. Supongo que empezó en algún momento de mi infancia, cuando las páginas de los libros dejaron de ser simples hojas entintadas para convertirse en una máquina del tiempo con la que pude transportarme a otros mundos y universos.

Ahora, en el estrépito segundo de bachillerato, con la selectividad acechándome y los apuntes amontonados en cada esquina de mi escritorio, la lectura se ha convertido, más que nunca, en un refugio, en una brújula. Es la pausa que necesito, un tiempo para mí en medio del caos de las entregas de trabajos pendientes y los exámenes. La lectura es el ancla a la que me agarro.

A veces me pregunto si esta devoción por las historias surgió de la soledad en la que me refugiaba o en una curiosidad innata por visitar nuevos lugares. Me cautivaba la magia de las palabras, capaz de construir castillos en el aire, crear seres extraordinarios y dar forma a emociones como la alegría, la frustración o la tristeza.

No leo solo para despejarme de tanto estudio, sino para comprender esos sentimientos. Cada novela es un mapa que me guía por la geografía humana, por las sombras y luces que habitan en cada persona, pues aprendo a comprenderme a mí misma.

Mi devoción por los libros se ha desarrollado de tal manera que sueño convertirme en una autora a la que lean muchas personas, y no por la banalidad de la fama (aunque el reconocimiento público no está de más), sino por el deseo de devolver al mundo aquello que tantas veces me encandila, por el de maravillar a otros con mis tramas, al tiempo que expanden su conocimiento y riqueza léxica.

Me pongo a escribir con la esperanza de llegar al lector, pero después de trazar algunas líneas me asaltan las dudas. ¿Cómo podría yo, una estudiante de segundo de bachillerato con escasas vivencias, crear algo tan poderoso como una buena novela? Todo gran autor comenzó desde el punto de partida en el que me encuentro: el de ser una ávida lectora.

Mientras compagino esta pasión con los estudios, sé que mi sueño no es una locura sino el motor de mi vida. Quizá consiga lo que tanto deseo y mis libros se conviertan en un faro para mis lectores. Pase lo que pase, la lectura es el punto de partida, y la escritura el horizonte que ilumina mi camino.