XXII Edición
Curso 2025 - 2026
Confesiones de
una lectora
Claudia Asencio, 17 años
Colegio Altozano (Alicante)
Me considero una adolescente muy afortunada. Desde muy pequeña mi familia me ha inculcado la importancia de leer, viajar, visitar museos, ver cine y aprovechar todas las oportunidades que se me presentan para aprender de los demás, fomentando un espíritu crítico para formarme lo mejor posible, con el propósito de poder aportar mi granito de arena para mejorar el mundo y ayudar a los demás.
Este verano tuve la oportunidad de ver la película “Blade Runner”, una obra maestra del cine de ciencia ficción. Hay una escena en la que un androide, antes de morir, realiza este icónico monólogo, que empieza: «He visto cosas que ustedes nunca hubieran podido imaginar». En él, habla de todo lo extraordinario y maravilloso que ha tenido la oportunidad de experimentar a lo largo de su vida. Me impactó lo afortunado que se sentía de la riqueza de sus vivencias.
Aunque resulte chocante, poco después escuché las declaraciones de una famosa “influencer” que generaron polémica, pues afirmaba: «Hay que empezar a superar que haya gente a la que no le gusta leer (…) No sois mejores porque os guste leer». No entendí muy bien el sentido de sus palabras, en las que parecía querer justificarse por no leer, como si los lectores le hubiésemos ofendido, pero, tras reflexionar unos momentos, concluí que esa mujer no está al tanto de la calle, ya que somos muchos los que leemos, participamos en clubs de lectura y escuchamos podcast de literatura, al tiempo que en las encuestas aumenta el porcentaje de lectores. ¡Hasta se imprimen camisetas en pro de la lectura! Mi experiencia me dice que la cultura (también la lectura) se valora cada vez más por parte de la sociedad, a la que se le ofrecen numerosas oportunidades para disfrutar de ella. Leer viste elegantemente a una persona y embellece su interior, y todo ello acaba exteriorizándose y reflejándose en un sinfín de virtudes.
Me acordé entonces de la escena del replicante y reflexioné sobre las enseñanzas que me han brindado los libros: la resiliencia, la justicia, la paciencia y la fortaleza de la naturaleza humana. Con “El Conde de Montecristo” aprendí en qué consiste la venganza. Leer “Mujercitas” me hizo reflexionar sobre la importancia de la familia, el papel que le corresponde a la mujer y el derecho que tenemos a desarrollar nuestros talentos. En “Matar a un Ruiseñor” abrí los ojos ante la injusticia por motivos de raza y lloré con las dificultades por demostrar la inocencia. Con “Orgullo y prejuicio” descubrí cómo las apariencias pueden engañarnos, pues las primeras impresiones que nos causan los demás pueden ser erróneas. Jane Austen me ayudó a explorar el respeto, el perdón y la transformación personal que podemos experimentar al reconocer y luchar contra nuestros defectos.
Las ideas contenidas en muchas novelas también han configurado mi personalidad, mi espíritu crítico y mi forma de observar la realidad. Confío en poder seguir descubriendo valiosos tesoros de papel durante muchos años.