XX Edición

Tejiendo significados 

Ana Mas, 16 años

Colegio Altozano (Alicante)

En clase de literatura descubrí el fascinante mundo de la etimología, que ha cambiado por completo mi perspectiva sobre el lenguaje. Ocurrió cuando la profesora nos reveló la riqueza oculta en cada lexema y morfema. Por ejemplo, la palabra "recordar", palabra de raíces latinas que se desglosa en "re" (de nuevo) y "cordis" (corazón). Su significado, entonces, es: “volver a pasar por el corazón". Me quedé asombrada al concluir que al ser recordado un bonito momento, llega a nuestro corazón de nuevo, llenándolo de alegría y nostalgia. De este modo, me fascinó saber que los antiguos romanos lograron encapsular este bello y simbólico significado en una sola palabra. 

Las palabras son un fragmento de historia, un eco de las civilizaciones que las acogieron y las adaptaron a sus experiencias. La etimología ilumina la capacidad para capturar la complejidad del pensamiento humano a través del análisis de cada voz.

Una tarde de invierno, durante un encuentro familiar, comenzamos a hablar sobre palabras que nos han dejado huella. Mi tío se iluminó al pensar en su juventud en el pueblo. <<Recuerdo “serendipia”, que solía utilizar mi abuelo>>, compartió con una sonrisa nostálgica. <<Decía que la vida estaba llena de encuentros afortunados, de pequeños tesoros escondidos>>. Mi madre nos habló del origen de la palabra "entusiasmo", revelando su conexión con el griego "entheos", que significa "tener a un dios dentro". 

Las palabras no solo son herramientas comunicativas, sino también ventanas a la cultura, a las creencias y a las experiencias. Por ejemplo, "Serendipia", con ecos de la antigua Persia, representa para mi tío no solo un concepto abstracto, sino una filosofía de vida transmitida a través de generaciones.

Las raíces etimológicas revelan la capacidad de las palabras para conectar experiencias humanas diversas. No se trata solo de vocabulario, sino de comprender el mundo a través de la lente única de cada cultura y generación.

La etimología es una invitación a desenterrar capas de significado de la palabra, a reconocer su riqueza inherente. Al utilizarla nos embarcamos en un viaje en el tiempo y a través de las culturas. Además, descubrimos que cada término es un tesoro lingüístico que merece ser apreciado para, acto seguido, compartirlo. La etimología nos recuerda que cada palabra tiene un pasado, un presente y un potencial ilimitado para enriquecer nuestra vida.